descripción

Algunas casas simplemente se habitan. Otras, como esta excepcional propiedad en Monte de los Almendros, se experimentan, se disfrutan y se convierten en un estilo de vida. Ubicada en un enclave privilegiado sobre la Costa Mediterránea, ofrece vistas panorámicas al mar en sus múltiples tonalidades y al pintoresco pueblo blanco de Salobreña, que parece suspendido en el tiempo. En este oasis privado de 2.400 m², cada día transcurre al ritmo del viento, con amaneceres dorados que inundan las terrazas y atardeceres que se funden con el horizonte infinito. Es un escenario permanente, una obra de arte natural que enmarca momentos inolvidables. Más que una propiedad, este lugar es una invitación a crear, a imaginar y a hacer realidad una visión personal. Tres residencias independientes ofrecen la combinación perfecta entre privacidad y conexión, permitiendo adaptar los espacios a diferentes necesidades sin perder la armonía del conjunto. La arquitectura se transforma, pero el espíritu del lugar permanece intacto. La villa principal, distribuida en dos niveles, es un refugio de luz y amplitud. Su salón y comedor se abren a terrazas soleadas, donde el día comienza con café y vistas al infinito azul del Mediterráneo, y las tardes se extienden en un ambiente de serenidad. La cocina, pensada para compartir y disfrutar, conecta con una suite principal que invita al descanso absoluto. En la planta superior, dos dormitorios adicionales ofrecen rincones de tranquilidad, cada uno con su propio ángulo hacia el paisaje. La segunda vivienda, en una sola planta, destaca por su calidez y funcionalidad. Su diseño de concepto abierto integra salón y cocina con las terrazas exteriores, creando una transición fluida entre el interior y el exterior. La piscina de agua salada refleja la luz del sol andaluz, mientras que la suite principal con vestidor y baño en suite, junto con un segundo dormitorio con acceso directo a la piscina, convierten este espacio en un refugio acogedor para la vida diaria o para recibir invitados. La tercera vivienda es un santuario privado, un rincón de elegancia y carácter propio. Techos altos, una chimenea envolvente, un spa privado con jacuzzi y amplias terrazas que se pierden en el paisaje marino—todo en ella evoca calma y exclusividad. Es un lugar diseñado para quienes buscan algo más que una casa: una experiencia, un estilo de vida, un refugio para soñar y crear. En el corazón de la propiedad, la piscina infinity de agua salada se rodea de un entorno natural cuidadosamente diseñado: un jardín de cactus, un huerto tropical, palmeras que se mecen con la brisa y senderos de piedra que conducen a rincones llenos de paz. El comedor al aire libre es el escenario perfecto para largas veladas bajo las estrellas, donde las conversaciones fluyen y el tiempo pierde importancia. Este hogar es un lienzo en blanco, listo para adaptarse a cualquier visión. Puede ser un refugio familiar, un proyecto de hospitalidad boutique o una propuesta completamente nueva. Los espacios se pueden reconfigurar, los interiores reinventar, pero lo que siempre permanecerá es su esencia: la luz, la vista impresionante y la sensación de estar en un lugar único en el mundo. La Comunidad dispone de pistas de padel, pistas de tenis, piscina comunitaria y bar, para disfrutar con familiares amigos zonas de deporte y area recreativa.