299.000 €
Metro2 Total | 3 € |
Metro2 Construido | 3 € |
Total | 89.000 m2 |
Construida | 89.000 m2 |
Zona: Mentrida
Terreno Rústico, Agrario, muy cerca de la carretera con acceso para cualquier actividad consultar condiciones del mismo. Un despertar de las tierras sin uso. Para visitarlo llamar al 609575944.Tenemos varios terrenos desde 32.000 metros. datos históricos Méntrida es tradición, historia y patrimonio forjado a lo largo de los siglos, legado de generación en generación, hasta acrisolar una personalidad propia. Mentida es un pueblo con identidad, con un pasado histórico que hunde sus raíces en los remotos tiempos medievales, con un patrimonio cultural y natural que honra a sus gentes y con unas tradiciones seculares cuidadas con mimo, respetadas con veneración y transmitidas de padres a hijos con orgullo. Su historia El pasado histórico de esta noble villa toledana, cuya partida de nacimiento coincidiría en el tiempo con la culminación de la reconquista en el valle del Tajo, se remonta a las primeras décadas del siglo XII. Su fundación forma parte del programa repoblador de la cuenca media del Alberche, ligada en origen al antiguo castillo de Alamín. Heredero de primitivos asentamientos de la vieja Carpeta nía, en concreto de lo que hoy se corresponde con la dehesa de Berciana, el noble solar meridano y sus gentes poseen una dilatada trayectoria histórica vinculada en su mayor parte a la Casa Ducal del Infantado, en cuyos dominios se incluyó desde el siglo XV hasta la disolución de los señoríos, a comienzos del siglo XIX. Tras una breve fase inicial, en la que Mentida fue aldea sometida al dominio directo de la corona castellana, en 1180 pasó a formar parte del amplio territorio del arzobispado de Toledo, permaneciendo bajo su jurisdicción durante más de dos siglo y medio, hasta su compra por el célebre y poderoso condestable de Castilla, Don Álvaro de Luna, en 1436. Años después, el casamiento de Doña María de Luna, hija del Condestable, con Don Íñigo López de Mendoza, segundo Duque del Infantado, propició que Mentida ingresara en el señorío de la casa Ducal del Infantado. Y fueron precisamente ellos, Doña María y Don Íñigo, quienes otorgaron a Mentida el título y privilegio de villazgo, un 13 de mayo de 1485. A partir de entonces, y merced a la nueva situación, Mentida prosperó notablemente. El reducido número de familias descendientes de los primitivos pobladores, provenientes de la Meseta Norte, se multiplicó de manera progresiva, alcanzando cotas de población similares a las de las villas comarcanas de la antigua tierra de Alamín. En consecuencia, se incrementó la actividad económica, poniendo en cultivo tierras hasta entonces pobladas de encinas y monte bajo, lo que favoreció asimismo un intenso comercio de excedentes agrícolas.