descripción

Hay un rumor que la canción de los Rolling Stones ‘Angie’ fue inspirada por la vivaz expropietaria de piernas largas de esta seductora finca en Camarles, que tiene un palpable ambiente setentero de historias chulas. La fachada es linda pero sin pretensiones, con una pérgola de 30 m² hecha de bambú, vigas de madera y un muro de estuco blanco adornado con varios elementos de cerámica. Cuando te adentras en este seductor viaje al pasado, encuentras un sofá de piedra ocupando todo un rincón, decorado con cojines y lleno de esperanza, con el techo inclinado de bambú que une la estufa de leña con los estantes de piedra que sostienen viejas ollas y libros. La luz tenue que emana de las tejas romanas, el reloj de sol en la pared, y la mesa de cocina que gira en espiral hacia una encimera de cerámica azul y blanca te invitan a pensar: “pon los Stones y pásame el té verde, o lo que sea que estés tomando tú”. Desde este espacio que combina sala y cocina, se accede al **mezzanine más genial del universo 3D**, hecho con antiguas baldosas de terracota y rodeado por una barandilla de hierro fundido negro. Este espacio funciona como zona para dormir, pero también es el rincón perfecto para acurrucarte en el futón y leer una vieja edición de *On The Road* de Jack Kerouac (que viene con la casa). Por donde mires, encontrarás elementos de diseño que captan la atención: el arco de piedra que conecta la cocina con el segundo dormitorio, que además tiene un vestidor independiente y una zona de almacenamiento; también se conecta a un baño notable que realmente define una era. Los bloques de vidrio de colores bañan la zona de la ducha en luces multicolores, mientras que la ducha tipo regadera de lluvia te inunda con una cascada de agua. Las llamativas baldosas de cerámica en las paredes y el lavabo de mármol evocan aquellos tiempos salvajes en los que los vestidos vaporosos de muselina y el flower power marcaban el día a día. ¡Pero espera un momento! No todo en esta finca es un viaje al pasado. Dispone de un moderno sistema solar con baterías de litio y paneles solares, además de una cisterna que recoge unos 6000 litros de agua de lluvia desde el techo. Siguiendo con el ambiente general, hay escaleras que conducen a una terraza en la azotea con vistas al delta. Desde allí, puedes contemplar los 1.7 hectáreas de terreno que incluyen mayormente frescos olivos, pinos silvestres y un poco de matorral alocado. La está ubicada a solo 4.5 km de Camarles y 7 km del pintoresco pueblo pesquero de L’Ampolla Así que, amigos, ¿qué están esperando? Esta es una finca que hay que ver