descripción

Esta masía centenaria se sitúa a las afueras de un pequeño núcleo urbano que conserva restos de un poblado ibérico de los siglos IV-III a. C. y destaca por sus agradables vistas panorámicas, su impecable reforma y su excelente ubicación, ya que está a menos de 10 km de la ciudad de Girona y mediante buen acceso. La propiedad cuenta con un terreno de 6,3 hectáreas que le proporciona privacidad absoluta y en el que encontramos varias construcciones: la masía principal, el anexo cubierto, el apartamento de invitados, la piscina, el gallinero reconvertido a casa del guarda y el garaje-almacén. Entramos a la propiedad por un bonito camino que nos conduce directamente hacia la masía, desde donde sorprenden sus fantásticas vistas abiertas al campo, a la montaña y a la ciudad de Girona de fondo. La masía fue rehabilitada originalmente en el año 1982, aunque en 2004 su interior se reformó con muy buen gusto para adaptarla a las necesidades actuales. La vivienda se divide en dos cómodas plantas, y a diferencia de las masías tradicionales, aquí encontramos grandes ventanales en ambos niveles, lo que aporta una gran luminosidad y buenas vistas incluso desde su interior. La zona exterior de la masía, totalmente ajardinada, es fantástica, ya que permite aprovechar al máximo el buen tiempo gracias a la pérgola hasta la cocina comedor, además del anexo cubierto con cocina y barbacoa que posibilita su uso durante todo el año (o incluso reconvertirlo a zona habitable al disponer de baño y entrada independiente). Desde aquí, accedemos a un nivel inferior donde se encuentran la piscina y el apartamento de invitados, pasando por una zona infantil, el huerto y una agradable zona de árboles frutales. En un extremo de la propiedad y con una entrada independiente, se encuentra un antiguo gallinero que ha sido reconvertido a casa del guarda, ideal para un vigilante de confianza que cuide la finca durante las ausencias de los propietarios. Finalmente, vemos una contrucción auxiliar que funciona como garaje o almacén, idónea para coches, motos o maquinaria de jardín. Una propiedad perfecta para disfrutar de la vida en el campo pero a menos de 10 km de la ciudad.