descripción

Bienvenidos a esta finca de explotación agraria situada en Aguilar de Segarra, en la comarca del Bages. Esta propiedad, que se extiende sobre 12 hectáreas de terreno, combina el encanto del campo con las comodidades de la vida moderna, ofreciendo un entorno perfecto para quienes buscan tranquilidad y un estilo de vida rural. La finca cuenta con dos casas completamente rehabilitadas. La casa principal, de estilo señorial, ha sido objeto de una reforma integral que conserva la esencia rústica, pero con todas las comodidades contemporáneas, como calefacción central y excelentes aislamientos. Distribuida en dos amplias plantas, la casa principal ofrece un espacio de vida generoso y acogedor. En la planta baja, se encuentra una gran sala comedor con chimenea, con acceso directo tanto al frente como a la parte trasera de la casa, donde se sitúa un agradable porche y una amplia zona de barbacoa. La cocina-office es de gran tamaño, con una despensa anexa que proporciona un espacio práctico y funcional. En la planta superior, la casa dispone de 4 habitaciones dobles, una de ellas en suite con baño completo. Además, hay otro baño que da servicio a las demás habitaciones. Desde una escalera oculta en el techo, se accede a una buhardilla acondicionada, un espacio adicional que puede adaptarse a diversas necesidades. En la misma parcela, encontramos el granero totalmente reformado. Este edificio más rústico pero entrañable, cuenta con una pequeña casita que incluye comedor, cocina y dos habitaciones. En la parte superior, una gran buhardilla se convierte en una acogedora habitación de matrimonio. El exterior ofrece un porche con zona de barbacoa, ideal para disfrutar del aire libre. Este espacio es perfecto para 'masovers' o cuidadores, en caso de que pudiera interesar. La finca es agraria, actualmente dedicada al cultivo de grano, con campos conectados entre sí para facilitar el acceso de maquinaria agrícola, como tractores. Esta propiedad es un lugar tranquilo e íntimo, ideal para vivir todo el año o disfrutar los fines de semana y vacaciones, lejos del bullicio de la ciudad. A poca distancia, se encuentra el pueblo de Calaf, que ofrece todos los servicios necesarios.