descripción

Esta única propiedad en Binissalem parece ser un recuerdo atemporal de épocas pasadas, cuando las huellas de los moros aún eran claramente visibles en la arquitectura. En medio de un entorno cada vez más marcado por renovaciones modernas, esta casa se presenta como un testimonio de siglos pasados, con una historia que se remonta a más de 300 años. Originalmente construida para satisfacer las necesidades de los habitantes, la casa ha experimentado a lo largo del tiempo diversos usos. Pasando de ser un refugio para monjes a ser una carpintería abierta a artesanos creativos, la propiedad finalmente fue transformada en una casa habitable. Dos grandes arcos de piedra dan la bienvenida a los visitantes, mientras que en el suelo aún se pueden ver las huellas de los antiguos trayectos de carros, que conducían hasta el jardín donde probablemente estaban los establos. Las características vigas de madera y los muros de piedra natural hablan de una artesanía sólida. En el jardín, aún se pueden ver los canales de agua árabes, otro signo de la larga historia de esta propiedad. Esta casa no es solo un lugar de residencia, sino también un proyecto apasionado cargado de historia. Con un techo ya renovado, la casa está lista para comenzar su próximo capítulo. Con una superficie construida de 455 m2, actualmente ofrece en la planta baja dos dormitorios, una sala de estar con chimenea y cocina, así como un baño. En el piso superior, hay tres o cuatro habitaciones, ofreciendo espacio para ideas de decoración creativas. Además de todo el encanto de tiempos pasados, la propiedad también cuenta con un aljibe. En general, esta casa emana una atmósfera única que encantará a los amantes de la arquitectura histórica e historias. #ref:5544